Con este título os ofrecemos una antología de microcuentos realizados por alumnos de primero de bachillerato. Son el resultado de una actividad de escritura realizada en las clases de Literatura castellana. Con este ejercicio, los alumnos han intentado explicar una historia llevando hasta el límite la concisión expresiva; se han visto obligados a seleccionar cada una de las palabras que utilizan para narrar un suceso mínimo, pero capaz de llevar al lector a un significado de orden superior. Por otra parte, se han visto condicionados por la exigencia de incluir una frase, la misma para todos, aparecida en un relato de la autora Arantza Portabales Santomé, titulado Buenos propósitos.

Cuando leímos en clase los microrrelatos, nos dimos cuenta de que la mayoría de ellos apuntaban al lado oscuro de la realidad y eso provocó una interesante reflexión. A pesar de los temas tratados, nuestros jóvenes autores no tienen pensamientos oscuros; simplemente han sabido reflejar aspectos de la realidad que no son agradables y de los que tenemos noticia diariamente a través de los diferentes medios de comunicación. Han aprendido cómo se puede dar cuenta de esa realidad de una manera diferente, más sugerida que explicada, y en ese sentido, creo que han hecho un buen trabajo.

Mercedes Núñez, professora de Lengua castellana de l’Institut Castellbisbal

Epanadiplosis

En mi próxima vida, prometo ser otro: prometo cumplir, prometo escuchar, prometo ser justo, prometo no ceder ante los deseos y prometo proteger al prójimo. En mi próxima vida.

Del cielo al infierno

Cuando entró el profesor en aquella sala poco iluminada y repleta de cristos, le hizo quitarse la ropa para que le pudiera bendecir. Mientras le tocaba por todo el cuerpo, el niño le miraba fijamente a la cruz que llevaba en el pecho, preguntándose  cómo  reaccionaría al verle este domingo.

El último instante

_En mi próxima vida, prometo ser otro_ dijo antes de morir un hombre, condenado a estar en el infierno por sus pecados cometidos recientemente. Justo después, se escucha el sonido de una bala perforando el cráneo del sujeto, y el que dispara dicha bala murmura: _No deberías haberlo hecho, yo la quería…

Los zapatos de rayas

_En mi próxima vida, prometo ser otro, se lo juro_ dijo arrodillado y suplicándole a un soldado que le obligaba a sacarse los zapatos. Él lo había visto todo, eso no era una simple ducha donde poder lavarse el pelo, sino que también te llevaba al mundo futuro.

Ella

Ella no estaba bien. Sentía como que todo cada vez iba oscureciéndose más, como si se hubiese adentrado en un túnel. Su voz, su mirada, su aspecto, ya no era lo mismo. Ella no estaba a gusto. Y mirándome a los ojos me dijo: _En  mi próxima vida, prometo ser otra_. Desperté, y ella ya no estaba.

Celos

Ella era la chica perfecta. Era inteligente, responsable, guapa, simpática y divertida. Todo lo contrario a mí. Sus notas siempre habían sido excelentes, y era la absoluta favorita de nuestros padres, aunque ellos lo negasen. Desde el momento en que ella apareció, yo pasé a estar en segundo plano, y año tras año me fui convirtiendo en alguien innecesario e invisible.

Fue esa la noche cuando me dirigí a su habitación y supe claramente qué debía hacer. No podía más. “En mi próxima vida, prometo ser otra, prometo ser mejor”, le susurré al oído. Pero entonces sonreí y lo hice. Se acabó. “Ya está, ahora yo seré la favorita de nuestros padres”, pensé.