Y mi madre dijo: ¡Has hecho bien, hijo, has hecho bien! Pero ella no sabía ni la mitad. ¿Por qué traía yo el dinero? Mala gente, calles desamparadas…Solo tenía que ir donde me pedían y llevar lo que querían. Si a lo lejos escuchaba las sirenas, tendría que salir por patas, porque si me pillaban ya no llevaría el dinero a casa. Y yo no quiero eso, no quiero volver a ver cómo mi madre lo paga conmigo y no con la botella medio vacía.
Andrea Sánchez 1º de bachillerato A